"Nos encontramos como creo que debe ser
las cosas en esta vida
reconocernos inmediatamente,
me vió, la ví, sabíamos que debíamos estar juntas,
que llevabamos mucho tiempo
buscandonos.
Durante siete años fuimos compañeras
de batallas,
de caminatas, de viajes, de sueños, de
muchos aullidos.
Enfermó, luchamos juntas, me
resistía a dejarla ir,
pero la vida es sabia y se fue.
Tuve que irme para poder sanar mi
corazón,
caminé mucho y entonces la volví a
ver.
Nadaba feliz y yo le gritaba,
- pero si
nunca te ha gustado el agua
seguía y se
alejaba más,
cuando le digo
vamonos, ya es hora
nada a la orilla
del otro lado y me dice
-si quieres
estar conmigo debes cruzar el lago.
- pero no
puedo ir ahora, lo sabes.
-lo sé,
pero no importa, yo te esperaré el tiempo que necesites,
yo estaré
aquí, siempre aguardando tu llegada.
Despierto
llamándola,
estoy sola, en
un lugar extraño.
Regreso,
después de
volar muchas horas y no está,
pero ahora sé
que está esperándome,
esperándonos,
porque mandó a
quien debe cuidarme por este tiempo
hasta que
crucemos el lago.